Desde el 5 de marzo se encontraba el acampe frente a Casa de Gobierno. Habían carpas y estructuras armadas con palets. La Plana Mayor de la Jefatura de Policía procedió a realizar el operativo de desarme y de desalojo de las personas que aún permanecían en el lugar. Se recuperó así la transitabilidad de la calle San Martín.
A casi noventa días de ser instalado (ocurrió el 5 de marzo), efectivos de la Policía de la Provincia, atendiendo una orden de la Plana Mayor de la Jefatura, procedieron al desalojo de las personas que estaban en el acampe ubicado frente a Casa de Gobierno y el desarme de las carpas y de las estructuras armadas con palets; hecho que fue calificado, por los gremios, como un acto de represión y repudiado por los que integran la denominada “Unión de Gremios”.
Minutos después de las dos de la madrugada y luego de evaluar que la cantidad de personas era reducida (oficialmente se contabilizaron 70); irrumpió personal de Servicios Especiales, perfectamente identificados con uniformes y escudos, quienes hicieron frente a la resistencia que interpusieron algunas de las personas presentes, arrojando elementos contundentes hacia la Policía.
Para dispersar a las manifestantes más violentos, la Policía arrojó gas pimienta, lo cual dejó como saldo a siete personas con intoxicación por la inhalación de ese producto, quienes fueron asistidos en la guardia del Hospital Regional Ushuaia.
El hecho más grave, ocurrió cuando comenzó a arder una carpa, en un incendio intencional sobre lo cual existen acusaciones cruzadas, mientras que la Policía asegura que lo inició una persona que estaba en el acampe y a quien se lo trata de identificar; desde la Unión de Gremios acusan a los Policías de haber provocado el ígneo, producto de haber pateado los tachos con los que se calefaccionaban los ocupantes de las carpas.
Conferencia de la Policía
En conferencia de prensa, el Comisario David Ratieri, acompañado por la comisario Ana Duran, indicó que 210 efectivos de la Policía fueron afectados, incluido el personal de la fuerza de Servicio Especiales. Señaló que se debió usar la fuerza con aquellas personas que opusieron resistencia al avance de los efectivos que llevaron adelante el desalojo y que, para dispersar a la gente, solamente se uso gas pimienta.
El funcionario policial dijo que “para nosotros fue un desalojo limpio porque no hay personas lesionadas de gravedad” y puntualizó que no era necesario una orden judicial, porque se estaba ocupando un espacio público.
La decisión de desalojar el acampe, fue una medida “evaluada por el Estado Mayor Policial”, dijo, subrayando la existencia de un informe elaborado por Bomberos, en el cual se aconsejaba el desarme de las estructuras ubicadas en pleno centro de Ushuaia, por el potencial riesgo que representaba, ante la existencia de elementos altamente combustibles.
El desalojo se hizo por “una cuestión de seguridad y de salubridad, ya que había presencia de roedores en el lugar”, indicó el comisario Ratieri, quien detalló que en la evaluación realizada, indicaba que en los últimos días no había más de cinco barra diez personas ocupando las carpas y las casillas construidas con pallets. De todas maneras, ayer a la madrugada, el número de personas se acrecentó ante el rumor que se iba a producir el desalojo del acampe.
Sobre las criticas de la Unión de Gremios, respecto a que el desalojo se hizo sin una orden judicial previa, el comisario Ratieri puntualizó que “se estaba ocupando un espacio público” y que la fuerza policial tiene potestad en realizar la medida sin que haya una orden expresa.