En el marco de una previa electoral de alta tensión, el oficialismo puso en marcha conversaciones informales con sectores moderados de la oposición para obtener los votos necesarios que respalden los tres vetos que el Presidente Javier Milei planea firmar en las próximas dos semanas.
Con 39 bancas en Diputados y la necesidad de alcanzar entre 75 y 86 votos para sostener sus decisiones, el Ejecutivo ya negocia con aliados del PRO, la UCR y gobernadores afines. El veto a la moratoria previsional sería el más seguro de aprobar: en comisiones ya obtuvo 100 votos negativos, lo que indica respaldo a la medida. En cambio, los vetos sobre jubilaciones y emergencia en discapacidad enfrentan mayor resistencia, con apenas 71 y 67 votos en contra respectivamente.
No obstante, la oposición advierte que no facilitará esos respaldos sin contraprestaciones claras. Quienes se abstuvieron en la votación anterior (como algunos diputados del PRO), analizan negociar espacios en las listas y apoyos en distritos clave como Córdoba, Entre Ríos, Santa Cruz o Tucumán, donde la UCR también plantea sus condiciones.
El oficialismo apuesta a convencer a los sectores más pragmáticos, incluidos los diputados que respondieron a Martín Menem y los vinculado a gobernadores como Cornejo, Poggi, Zdero y Frigerio. Algunas agrupaciones provinciales ya mostraron disposición a votar a favor si se traducen en respaldo territorial.
Para Mareli, lograr estos apoyos sería clave para blindar el superávit fiscal y avanzar con su plan “de segunda generación” —como reforma tributaria y laboral— tras las elecciones generales de octubre. A su vez, sumaría fuerza política para encarar una eventual segunda presidencia.