Luego de una semana marcada por tensiones internas tras el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, en el entorno del Gobierno comenzaron a observarse señales de distensión. Diversos encuentros entre figuras centrales del oficialismo indican la intención de reconstruir puentes dentro de La Libertad Avanza (LLA), en especial entre el presidente Javier Milei y su núcleo más cercano.
Uno de los gestos más notables fue el reencuentro entre Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados. Ambos compartieron una actividad institucional en el Congreso que sirvió para marcar públicamente una señal de unidad, luego de los roces que generaron las definiciones sobre candidaturas.
A su vez, el asesor presidencial Santiago Caputo también mantuvo contactos con dirigentes clave del armado político. Si bien no hubo una conferencia ni comunicados oficiales, dentro de Casa Rosada se percibió como un intento de encauzar las diferencias surgidas entre el ala política y la técnica del Gobierno.
Las internas habían alcanzado su punto más álgido tras las decisiones de Karina Milei en el cierre de listas, que provocaron tensiones con dirigentes del PRO, con el propio Menem y con sectores libertarios del interior. La intervención del Presidente para frenar los cuestionamientos y retomar el control político fue interpretada como un esfuerzo por mantener la cohesión en su coalición de cara a los próximos desafíos legislativos y electorales.
En este contexto, el Ejecutivo busca mostrar fortaleza en la previa a nuevas votaciones en el Congreso y frente a negociaciones sensibles con gobernadores. Si bien las diferencias persisten, las recientes reuniones abren una ventana de tregua en un oficialismo que atraviesa su etapa más exigente en materia de construcción política.