El martes 12 de agosto por la noche, el presidente Javier Milei convocó a una cena en la Quinta de Olivos con legisladores de La Libertad Avanza (LLA) y del PRO, encabezados por el jefe de bloque Cristian Ritondo, en un intento de asegurar el respaldo necesario en el Congreso para sostener sus vetos a tres leyes aprobadas el 10 de julio: aumento jubilatorio, moratoria previsional y emergencia en discapacidad.
El objetivo central de la reunión fue reforzar la alianza que impida revertir esas decisiones ejecutivas en el recinto. Sin embargo, no todos los aliados políticos fueron invitados: quedaron afuera los denominados “radicales con peluca” (Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Francisco Monti y Pablo Cervi) ni el bloque del MID, liderado por Oscar Zago.
Eduardo Falcone (integrante del MID) indicó públicamente que, pese a no haber sido invitado, su sector acompañará el veto a la moratoria, aunque advirtió que mantener el equilibrio fiscal requiere diálogo y formas de financiar aumentos sin descuidar las cuentas públicas.
Durante el encuentro, Milei también ratificó sus líneas de defensa: el respaldo al veto presidencial y su política fiscal de “déficit cero”, ahora respaldada por una instrucción para impedir que el Tesoro financie gastos con emisión y un proyecto de ley con sanciones a presupuestos deficitarios.