Miles de ciudadanos convocados por los movimientos sociales marcharon este lunes por la Avenida Paulista, en San Pablo, para repudiar los ataques del domingo de bolsonaristas a las sedes de los poderes y rechazar una eventual amnistía a los responsables de esos hechos.
El grito de “No amnistía” fue central y muy repetido, según la estatal agencia Brasil y el sitio G!, que dieron cuenta de la defensa de la democracia entre las consignas de la manifestación.
El acto fue convocado por los frentes Pueblo sin Miedo, Brasil Popular, el Movimiento de los Trabajadores de la Calle (MTST) y la Coalición Negra por los Derechos, y participaron hinchas organizados de los principales equipos de la ciudad, Corintians, Palmeiras, Santos y San Pablo.
“Ni amnistía ni perdón; queremos a Bolsonaro en la cárcel”, fue otro de los cantos más repetidos, mientras la columna caminaba hacia la plaza Roosvelt.
El diputado federal Guilherme Boulos (PSOL) habló en el acto y se dirigió directamente al gobernador Tarcísio de Freitas (Republicanos): “No intentes, ni se te pase por la cabeza imitar a Ibaneis aquí en San Pablo””, remarcó.
La referencia es a Ibaneis Rocha, el gobernador de Brasilia separado de su cargo por la corte suprema de Brasil por 90 días, hasta que se aclaren los sucesos de este domingo, cuando miles de manifestantes bolsonaristas entraron y destruyeron las instalaciones de las sedes de los tres poderes del Estado alentando las condiciones para un golpe de Estado contra el presidente Lula da Silva.
“Elegimos al presidente Lula, pero no podemos abandonar las calles de estos países. También derrotaremos a los golpistas a través de la Justicia, la intervención del Distrito Federal, acciones gubernamentales. Derrotaremos a los golpistas al no dejar que salgan a las calles en nuestro lugar; ahora toca luchar, salir a la calle para garantizar que no haya amnistía”, remarcó Boulos.
Por su parte, Natália Szermeta, de la coordinación nacional del MTST consideró “necesarias y contundentes” las medidas adoptadas hasta ahora por los representantes de los tres poderes.
Los incidentes, que dejaron 1.500 detenidos hasta el momento y destrozos de consideración, fueron catalogados de “actos terroristas” por el mandatario y los titulares de los otros poderes del Estado en una inusual declaración conjunta.
Muchos manifestantes también pedían el arresto del expresidente Jair Bolsonaro, aunque el exmandatario, desde Estados Unidos, condenó los ataques.
“Más que respuestas institucionales, el pueblo brasileño, que eligió a Lula, necesita salir a la calle, manifestarse y garantizar una democracia viva que respete la libertad de expresión de las personas, ya sea individual o políticamente, ya sea de crítica o de apoyo al Gobierno, pero dentro de lo permitido en la democracia brasileña”, dijo Szermeta a la agencia Brasil.
Entre los participantes del acto estuvo la líder indígena Sônia Ara Mirim, de la Tierra Indígena Jaraguá, en San Pablo.
“Estar aquí es una forma de representar a estas personas que fueron masacradas por el Gobierno anterior”, declaró.
La agencia AFP reseñó que se exhibían carteles con mensajes como “Estamos con Lula y por la democracia”, “Respeto al voto popular” o “Prisión para los golpistas”.